Back To The Roots - DJPROFILE.TV

Back To The Roots

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@leofernandezz

 “Las cosas son porque las vemos, y lo que vemos y cómo lo vemos  depende de las artes que hayan influido en nosotros.”  – Oscar Wilde

Desde su masificación a finales de los 90 hasta el sol de hoy, el movimiento musical electrónico ha experimentado cambios realmente significativos, que lo han llevado de la celebración de un eclipse solar a la omnipresencia cultural en un abrir y cerrar de ojos.  La cultura electrónica y el fenómeno dj ocupan cada vez más espacios dentro de la sociedad moderna, es una máquina de mercadeo y publicidad con un alcance y un nivel de facturación tan poderoso, que es imposible no tropezarse con algún indicio de ello. Basta con mencionar  el curioso comercial de un detergente para vajillas, en la que el protagonista simula ser un dj scratcheando los platos de la cocina mientras las agujas son unas esponjas para entenderlo.

Es más que suficiente para comprender que la célebre frase que catapultaría a la dj colombiana más famosa de los últimos días sea cierta: “cualquiera puede ser dj”.

Pero apartando un poco los ya trillados asuntos concernientes a la aparición y establecimiento de nuevas herramientas de producción y reproducción, además de la proliferación de medios de difusión masiva de la música y su impacto globalizado, el cambio más importante que ha experimentado el movimiento musical electrónico es justamente su esencia: la música como protagonista fundamental.

Ciertamente lo que no se exhibe no se vende y la imagen es indispensable para darle forma e identidad a un producto, pero a todas luces se está desvirtuando este principio.

Al año existen más de 300 festivales grandes de música electrónica en todo el mundo, sin mencionar las fiestas pequeñas que se producen aprovechando el empuje de los mismos en cada ciudad y los eventos propios de cada país. Es un hecho observar los carteles de dichas fiestas, sean pequeñas o no,  con una cantidad de logos podría pensarse que son los logos de los sponsors o colaboradores de los eventos, pero se trata de los artistas, cada artista tiene una tipografía distintiva (como bandas de rock) y así debe ser reflejada en el volante de cada evento en el que se presente.  En algunos casos es tan importante como hacer cumplir el Rider técnico (la mayoría se conforma con lo primero).  La misma forma de vestir, que otrora fuese de gran relevancia e influencia en la vida de cada artista (músico o dj) pasó a un 2do plano.

De hecho, en una época en la que internet no sabe de “undergroundsismos” y los equipos para la producción y reproducción de música electrónica cada vez son más accesibles, es lógico encontrar djs y músicos cortados por la misma tijera, con los mismos atuendos, las mismas técnicas y la misma música. Los agentes diferenciadores quedan entonces relegados a la puesta en escena, a la tipografía de su logo y a la interacción con sus contactos en las redes sociales.

Desde esta esquina nos parece que todas las variables son realmente necesarias, más aún con un excelente manejo del contenido a ofrecer que permita establecer una conexión cultural en todo el sentido de la palabra desde el público hasta el artista y viceversa, pero es lamentable que lo que debería ser más importante sea por el contrario lo que menos atención esté recibiendo.  La música pasó de ser el factor identificativo a ser un mero relleno en la ecuación. Esto deriva en una cantidad descontrolada de producciones de muy baja calidad, que afectan notablemente la exigencia del espectador.

Sin embargo, es positivo rescatar que detrás de tanta iluminación, fuegos artificiales y tortas se visualiza un nuevo túnel, donde la música vuelve a su rol protagónico, el talento concentra su atención en el material que genera y siempre habrá un público ávido por disfrutarlo y ser agradecido.  Back To The Roots que ahora es cuando!

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