Sónar 2019: Latino, queer y femenino

Sónar 2019: Latino, queer y femenino

Texto: Cherry Adam.

La edición 2019 del Sónar podría considerarse un buen ejemplo del proceso de transición que muchos festivales están experimentando. Pero, como todo cambio, a veces se debe lidiar con resistencia y algunos resultados no tan alentadores. Este año, la asistencia al festival restó 25.000 personas. Sin embargo, el discurso radical, lo queer y lo femenino aumentaron exponencialmente. ¿Se trata entonces de un cambio generacional? Probablemente.

El Sónar se creció al incluir en su programación actuaciones como las de Faka, Lotic, el sublime show de Holly Herndon, la transformación corporal, emocional y creativa de Arca, el directo de Caterina Barbieri, el poder de 700 Bliss (DJ Haram y Moor Mother), o la nueva interpretación del footwork que presentó JLin el viernes en el Sónar de Noche.

La edición diurna sigue llevando la delantera en cuanto a musicalidad y diversidad. Los tres días de jornada a la luz del día nos brindaron actuaciones grandiosas, de expectativas rebasadas, así como de corazones y conciencias rotas: El rapero Cecilio G, como preámbulo a su show, entró al recinto a caballo y usó un búho en el escenario. Una demostración penosa y que delató la ausencia de criterio y sensibilidad por parte de los organizadores. Especialmente en un país con cifras alarmantes de maltrato animal.

A pesar del episodio, que por suerte no logró empañar del todo la jornada, la música y la energía continuaron en ebullición por el resto del fin de semana. Aun cuando en la programación se perfilaron algunos nombres nuevos, a veces pareciera que el Sónar se enfrenta temeroso a nuevas propuestas; o que –como en cualquier negocio–, el festival debe vender entradas aunque eso implique apelar a lo conocido, pero seguro.

Sin embargo, en esta edición no se trató de negociar con la música sino de responder a una nueva generación. Los ritmos urbanos siguen ganando terreno en el Sónar y el escenario Sónar XS, otrora pequeña plataforma para nuevos artistas, cada año gana más adeptos. Esto ha hecho que –por un lado– nombres como Bad Gyal lideren el Sónar Village, punto neurálgico del Sonar Día; y por el otro, artistas de trayectoria, como DJ Krush, se vean en la necesidad de dejar de lado lo abstracto para adaptar sus sets a un sonido más potente y “de festival”. Al César lo que es del César. En el caso del Sónar, la Generación Z es la que tiene la última palabra.

El #Latinogang volvió a representar en otro festival en Barcelona. Primero JBalvin hizo lo suyo en el Primavera Sound, y Bad Bunny no defraudó cuando tocó su turno la noche del sábado en el Sónar Club –escenario principal de la edición nocturna. Una masa ardiente, una audiencia que cantaba y se movía al unísono imitando a la estrella. Un set de casi dos horas de duración en el que la carga política no pudo faltar; y es que Bad Bunny hizo una pausa en su activismo en Puerto Rico para visitar Barcelona, y se despidió al grito de #RickyRenuncia coreado por miles de personas.

¿Significa que el reggaetón formará parte de las alineaciones de grandes festivales a partir de ahora? La respuesta es sí. Estamos siendo testigos de un fenómeno social y cultural liderado por artistas latinos. La nueva generación del trap y reggaetón –apartando el machismo y la misoginia que aún abunda–, pareciera ser cada día más inclusiva y sensible a la fluidez de género, a lo no binario, al consentimiento y a la igualdad. Ahora les gusta “bien bellacoso, pero sin acoso.”

Si el #Latinogang gana terreno, el grime británico no cede su espacio y sigue latiendo en el corazón del Sónar. A la cabeza del Sónar Club estuvieron los dos nombres más importantes de la escena actual. El viernes fue el turno de Stormzy, después de su aclamadísima presentación en Glastonbury, y el sábado Skepta tuvo la gran responsabilidad de hacerse cargo del Club después de la descarga de latinidad dejada por el “conejo malo.”

Asimismo, el 2019 fue el año en el que el house meloso y el techno más duro fueron los sonidos por definición de todos los escenarios de la edición nocturna. Se echó en falta más hip hop, más experimentación y menos ritmos bailables y un poco predecibles. La carpa del Sónar Car contó con un dj set de seis horas a cargo de Floating Points, y nombres como Vince Staples, Disclosure, Dixon y DJ Tennis fueron parte del menú nocturno. Mención especial para DJ Phran, venezolano radicado en Barcelona, quien tuvo en sus hombros la tarea de encender los motores del Sónar Lab el viernes por la noche.

Esa misma jornada pasará a la historia gracias a la nostalgia que inundó al Sónar Club con el directo de Underworld, el drumb & bass old school de la mano de Andy C, así como el B2B entre Peggy Gou y Palms Trax en el Sónar Lab. El sábado, el dúo formado por Louie Vega y Honey Dijon daba la bienvenida al amanecer –y despedía el festival–, mientras que el Sónar Club era testigo de uno de los sets más intensos de la noche a cargo de la belga, Amelie Lens.

Sónar +D: La creatividad y la tecnología se han ganado un merecido puesto

 

El área del Sónar +D sigue teniendo la innovación como norte, además de servir de espacio para proyectos visionarios. Este año, cerca de 2.000 organizaciones y 4.600 profesionales formaron parte de este ecosistema que se nutre de creatividad, tecnología, realidad virtual e inteligencia artificial para repensar el presente y mejorar el futuro. Como cada año, la charla inaugural contó con una personalidad que no necesita de presentación. En el 2019 la responsabilidad recayó en Robert del Naja, el cerebro detrás de Massive Attack.

Charlas magistrales, talleres, exhibiciones, emprendedores y startups compartieron espacio mientras la música sonaba en los escenarios del festival. Este año, Sónar +D se ha destacado al proponer un alto nivel de debate en torno a una preocupación en particular, la del impacto de la inteligencia artificial en la creación humana, con espectáculos como el de Holly Herndon o el proyecto de realidad virtual de Laurie Anderson.

Sónar vuelve en junio 2020 y recorre el globo

 

A pesar de algunos sinsabores y detalles de producción que hicieron de esta edición menos llevadera que las anteriores, los organizadores han anunciado no sólo el regreso del festival a su fecha habitual, a mediados de junio, sino que han asegurado ese espacio en el calendario por los próximos tres años. Asimismo, el Sónar sigue expandiendo su horizonte musical y creativo con ediciones en México (05 de Octubre), Atenas (11 y 12 de Octubre), y Buenos Aires (10 de Noviembre). En el 2020, como abreboca a la edición de Barcelona, el Sónar viajará a Estambul y Hong Kong en Marzo y Abril, respectivamente.

¿Qué nos depara la edición 2020? Probablemente mucho más trap y reggaetón, ritmos urbanos y #latinogang liderando los escenarios, aunque igualmente esperamos que los espacios del Sonar Hall y el Cómplex nos sigan dando proyectos que incomoden, cuestionen y sigan diversificando la programación del festival. Queremos la inclusión de caras nuevas, sonidos frescos, así como grandes propuestas. Y que lo queer, lo femenino y radical no se detenga.

Queremos seguir celebrando la música, la creatividad y la vanguardia, sin que eso suponga perder el norte, comprometer principios o masificar los sonidos y las ideas. La reinvención del Status Quo sigue sin pausa, así que las expectativas son altas para los que nos depara la próxima edición de este encuentro musical. Mientras tanto, empezamos nuestra cuenta regresiva y armamos nuestra quiniela de artistas ideales. Gracias por tanto y hasta el 2020, Sónar.

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