Al margen de que hagas música electrónica o te dediques al thrash metal, la parte grave del espectro de frecuencias es de suma importancia.
Esas atronadoras y retumbantes bajas frecuencias son una fuente de energía para asiduos a clubes y para amantes del rock.
Ya sabrás que sub-bajos se refiere a las bajas frecuencias, pero la definición exacta es algo vaga. En general, se trata de frecuencias que van desde 100Hz hacia abajo; aunque esto no es una regla invariable.
En esencia, es el tipo de sonido grave que sientes como si agitase tus órganos cuando lo oyes. En este artículo veremos cómo lo puedes usar en tus temas. Y al final verás que la cosa no resulta “tan grave” de asimilar, pero sí en cuanto a la sensación conseguida.
La historia de los sub-bajos
Empecemos viendo lo que significaba sub-bajo, antes de la música electrónica. Veamos incluso qué significaba antes de la llegada de la música grabada.
Cuando toda la música sonaba en directo, los instrumentos más graves creaban tonos muy bajos. Las cuerdas graves de los bajos y de los contrabajos de cuatro cuerdas se afinan en MI1 (41,2Hz), pero los de cinco cuerdas bajan hasta SI0 (en torno a los 30,9Hz) un tono más alto que la nota más baja en un piano (LA0, 27,5Hz). Las tubas llegan hasta SOL0 (24,5Hz), y hay órganos de iglesia con tonos aún más graves.
Los sub-bajos existían antes de la música grabada, pero la invención de las primeras radios y de la tecnología de grabación creó nuevos problemas.
La débil respuesta en graves de los primeros equipos de audio hacía difícil reproducir los sonidos graves con precisión. Los avances en la tecnología de la reproducción de audio coincidieron con la invención de los instrumentos electrónicos y las cajas de ritmos, que generaban frecuencias incluso más bajas que las de los instrumentos acústicos y eléctricos. Más allá del límite inferior de la frecuencia audible humana.
Todo eso puso las bases para los estilos modernos de producción ricos en graves, y sus elementos subgraves se derivaban de los instrumentos acústicos, eléctricos, o electrónicos.
Monitorización de sub-bajos
Antes de pensar en los sub-bajos, debes asegurarte de que tu entorno de monitorización es el correcto. Unos monitores inadecuados en un entorno mal preparado no sirven para nada.
No es esencial disponer de un subwoofer, pero tenerlo te facilitará las cosas si tus monitores no poseen suficiente precisión en la zona de graves.
La acústica del entorno también importa. Las resonancias en las bajas frecuencias o los modos propios afectarán en gran medida a tu capacidad para obtener una buena mezcla, y por eso no nos cansamos de insistir en la importancia de un realizar un tratamiento acústico adecuado para asegurarte de que los monitores hagan bien su trabajo.
Fuentes
Nos concentraremos sobre todo en las fuentes electrónicas para los sub-bajos, pero los mismos principios de este tutorial también sirven para grabaciones de instrumentos acústicos y eléctricos.
La diferencia principal es que en un instrumento acústico no puedes usar ningún knob llamado «sub bass» por lo que deberás prestar más atención a cómo generar las señales en primer lugar, ya sea a través un cuidadoso uso de los micrófonos, o usando un sinte sub-armónico que rellene los huecos por ti.
Por lo demás, las técnicas de producción y mezcla empleadas son muy similares. Ni qué decir tiene que los sub-bajos requieren una atención especial.
El primer paso es generar la señal, y probablemente en tu caso ésta será de origen sintético. La forma más fácil de crear sub-bajos es llevar la línea de bajo en dirección descendente por el espectro de frecuencias.
Por ejemplo, añadiendo un oscilador de forma sinusoidal afinado una octava por debajo. Sin embargo, tendrás más control sobre los dos elementos si los separas y los procesas por separado.
Recuerda que los sub-bajos no tienen que seguir necesariamente el mismo patrón que la línea de bajo.
Con tanta actividad en las bajas frecuencias, es crucial prestar atención a la forma en la que interactúan bombo, bajo, y sub-bajos.
Se suele decir que vale la pena aplicar un filtro paso-alto al bajo de cara a liberar espacio para los sub-bajos. En algunos casos, los bombos, muestras de bajo o sintes con contenido sub-armónico hacen que sea difícil dejar sitio a los sub-bajos.
Lo malo de esto es que puedes reducir fácilmente el impacto de esas partes si las filtras mucho. Afinar los tres elementos a mano siempre es preferible a usar compresión sidechain o enfoques similares.
Armónicos
Los sub-bajos ricos en armónicos pueden ser un gran problema. Si tocas una nota sub-bajo con muchos armónicos, seguro que coincide con la banda de frecuencias del bombo y la línea del bajo. Como poco, eso hará todo más difícil de mezclar.
Por eso, los sub-bajos más limpios y controlables son las ondas sinusoidales puras. Mantener tu sinte sub-bajo con un solo oscilador y una forma de onda sinusoidal suele facilitarlo todo. Evita tiempos muy cortos de ataque y relajación para no crear golpes y clics indeseados al disparar las notas. Pero una onda sinusoidal no es la única forma de hacer las cosas.
Los fans de la TR-808 ya sabrán cómo ayudan los sonidos de bombo con los elementos sub-bajos.