Un artículo recientemente publicado por The New York Times analiza datos de Spotify para evaluar hasta qué punto el año de nacimiento del oyente influye en las preferencias musicales del mismo en su adultez, y como indican los hallazgos del estudio, los patrones de escucha adolescente están lejos de ser meras fases.
Dirigido por Seth Stephens-Davidowitz, la investigación reveló que las elecciones musicales hechas durante la adolescencia no solo son influyentes, sino que también forman parte del gusto musical de una persona adulta.
Los hombres
El estudio evaluó cada canción del Billboard top lanzada entre 1960 y 2000 para hacer sus determinaciones más amplias, a saber, el gusto musical se establece principalmente entre las edades de 13-16 para los hombres. En promedio, los hombres tenían 14 años cuando se lanzó su canción favorita. Stephens-Davidowitz dió la canción «Creep» de Radiohead de 1993 como ejemplo: los datos de Stephens-Davidowitz descubrieron que la canción es la número 164 más popular entre hombres de 38 años, que tendrían aproximadamente 14 años cuando se lanzó el single.
Las mujeres
El período de desarrollo más importante para el gusto musical en las mujeres ocurrió entre las edades de 11-14 años. Las mujeres tenían, en promedio, más probabilidades de tener 13 años cuando se lanzó su canción favorita. Los datos también encontraron que las influencias de la infancia fueron más impactantes para las mujeres en la constitución del gusto musical que para los hombres. Stephens-Davidowitz citó la canción de The Cure de 1987 «Just Like Heaven» como otro ejemplo que se correlaciona con los hallazgos del estudio. «Just Like Heaven» es una canción popular entre las mujeres de 41 años, y estas mujeres tendrían 11 años cuando se lanzó la canción.
El estudio finalmente concluyó que la música escuchada tanto por mujeres como por hombres de alrededor de 20 años es solo «la mitad de influyente» en la construcción del gusto de la música para adultos que la música escuchada durante la adolescencia, ya que los oyentes de música podrían encontrarla aparente en sus propias listas de reproducción de Spotify.
Leé el artículo completo de The New York Times.
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