PRESIÓN SONORA: LEYES, REALIDADES Y DINÁMICA

PRESIÓN SONORA: LEYES, REALIDADES Y DINÁMICA

Fuente: Hispasonic

Desde hace un tiempo las normativas están haciendo un importante acto de presencia en todo lo que es la producción de un espectáculo, inclusive la mayoría de los técnicos han tenido que lidiar ciertas veces con el Cesva que es un dosímetro analizador de altas prestaciones con memoria y puerto USB, ideal para la medición de ruido según la Directiva 2003/10/CE.

Es fácil escuchar a otros técnicos han presentado sus quejas ya que demasiadas veces todo suena muy fuerte. Ya es frecuente que cada vez que se realicen los actos y presentaciones, alguien imponga unos límites de presión sonora.

Generalmente recurren al uso de Cesva o también otra marca, ajustado de tal manera que, a partir de unos límites, actúe de directamente en la señal de audio.

¿Quién impone estos límites? 

Estas condiciones se basan en la normativa municipal que es quien tiene la potestad que a su vez, se basa en una norma estatal. La mayoría de estas normativas no aceptan un nivel de presión sonora máximo para un concierto aunque a veces veamos que si esto depende también del nivel de ruido máximo que pueden padecer los vecinos.

Esta normativa destaca que no se puede sobrepasar los 100 dB A, lo que quiere decir que si se cumple, entonces ningún vecino tendrá motivo para quejarse.

Deben utilizarse valores más bajos en plazas pequeñas y cerradas o valores más altos en espacios al aire libre. En locales cerrados debe considerar a los vecinos.

En España existe una normativa que limita superar bajo ningún concepto los 115 dB A, aunque luego admite que en caso contrario es de obligación el uso de elementos que reduzcan estos efectos en los trabajadores.

Es contradictorio, si estás en casa y deseas romper tus tímpanos escuchando música, no importa mientras no se enteren los vecinos, pero en el caso de la persona que está trabajando en un festival, concierto o local las cosas son diferentes.

Por ejemplo, un asistente de PA que está 8 horas trabajando en control, según la ley, no podría soportar más de 90 dB A, aunque el técnico de la banda de ese momento (para un repertorio de 1:30 h) podría soportar por ley hasta 102.

Esto podría complicar las cosas, ya que el empresario o el propio trabajador si es autónomo, tendría que facilitar el uso de reductores acústicos. Legalmente, un técnico que haga la PA durante 8 horas seguidas estaría obligado a no escuchar más de 90 dB A.

¿Cómo se soluciona esto, le ponemos tapones y que mezcle?

Todos los límites máximos tienen un valor temporal nada menospreciable. Si nos indican que no podemos superar los 100 dB A, en realidad nos estan diciendo que no podemos superarlos durante un cierto tiempo, no así ante transitorios. Por eso, algunos ajustan el Cesva para compensar la presión sonora excesiva durante algo de tiempo, reduciendo en los segundos siguientes la señal de manera drástica: a efectos legales no se habrán sobrepasado los 100 dB A durante la ventana temporal.

La misión de los Cesva es almacenar en su memoria un informe de la presión sonora de manera secuencial, documento que puede utilizar la autoridad competente para verificar que se ha cumplido la norma o también para poder defenderse ante las quejas vecinales con un dato objetivo. Para tal defensa, tienen la potestad de cortar la señal o reducirla a su criterio.

Si nos imponen en una situación un nivel máximo de 100 dB A en control y este está a 20 metros de las cajas acústicas, bastaría con un equipo que tenga un nivel máximo de presión sonora de 126 dB A a 1 metro de distancia, 123 dB si es un equipo estéreo, cosa que hoy olvidamos.

Aún así, mis especificaciones demandan una presión de 115 dB A en control, es decir, 141 dB A a 1 metro. 25 dB de diferencia son una burrada.

¿Quiere decir eso que pediré más de lo que realmente podré utilizar?

El quid está en el valor temporal. En realidad lo que a mi me interesa es la dinámica, es decir, el valor que existe entre el valor medio de mi mezcla y los picos máximos que puedo conseguir de forma transitoria. En un CD-Audio este headroom suele ser de entre 6 y 12 dB, tras un control absoluto de la mezcla y un proceso largo y preciso que llamamos mastering.

muchos los técnicos que ponen el conocido “Hotel California” de The Eagles para probar los equipos, aunque el trozo que más suena apenas tiene un rango dinámico de 7 dB, es decir, el margen entre el valor promedio y los picos es de 7 dB.

Si dentro de la legalidad ajustamos los equipos para que en control Hotel California suene lo más alto posible, es fácil que consigamos esos 100 dB A en control, puesto que los picos de 7 dB, dentro del margen temporal con el que el limitador trabaja, los soportará perfectamente.

Aunque cuando empezamos a mezclar nuestra banda, el limitador empieza a quejarse que da gusto, lo que nos obliga a hacer dos cosas.

1. Reducir drásticamente la dinámica

Es lo más radical con lo que iniciamos, compresores con ratios más altas, ataques más tempranos, limitadores en las salidas principales, etc; lo que sea para seguir en esos 100 dB máximos sin que el Cesva se queje.

Normalmente, estas altas tasas de compresión y necesidad de llevarlo todo al máximo provoca ya no sólo la fatiga de los altavoces y exceso de distorsión, sino descontrol absoluto del mix, siendo el «chillido agudo» uno de los peores y más notables defectos.

2. Bajar el volumen

Es la segunda opción menos habitual, intentando mantener el headroom deseado a cambio de reducir el nivel medio de trabajo.  Esta no es una solución agradable para quien produce la banda, ya que se pierde energía y valor al mix.

Ante la solución anterior, es mucho más agradable reducir 15 o 20 dB el mix para conseguir un control de los transitorios (no solo el bombo o la caja: voces, dinámicas de las guitarras, cuerdas, etc.), lo que a su vez reduce enormemente la fatiga auditiva, tanto del espectador como la del técnico.

¿Y los 115 dB A que pides en el rider?

Como se mencionó anteriormente la diferencia entre lo “legal” o lo que se pide son 25 dB. Es por eso que cuando consigues que te respeten el rider o cuando te encuentras con un evento donde tienen pasión y dinero para hacer bien las cosas disfrutas con el mix, con tu trabajo, y consigues transmitir esta pasión en agradables sonidos que también disfrutan los espectadores.

Por otro lado, también es un reta-técnicos porque puedes poner en manos de alguien un mix estridente pero a 125 dB A… entonces es cuando bendices que exista Cesva.

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