Arturia anunció recientemente un nuevo miembro de su familia Brute, una caja de ritmos analógica que lleva por nombre DrumBrute; aportando controles para el moldeo de 17 tipos de sonidos de percusión como kicks, snares, claps, hats, platillos, toms y congas.
Todas las características y detalles del DrumBrute han sido diseñadas para potenciar tu flujo creativo. Es capaz de dar forma a tu sonido y la construcción de patrones rítmicos de forma amigable y rápida. DrumBrute también ofrece una gran conectividad y control vital accesible desde el panel frontal sin navegar a través de un menú.
Arturia incluye en esta unidad controles independientes para diversos parámetros en relación con cada sonido específico, con 12 salidas separadas disponibles. También hay dos modos de filtro Steiner-Parker en la salida principal para barridos de frecuencia dinámica o cortes.
Cuenta con un secuenciador de 64 pasos en el que cada sonido se puede ejecutar con diferentes longitudes de secuencia, permitiendo estructuras polirrítmicas. Las características adicionales incluyen modo swing, randomness, step repeat, roller, y función looper y amplias opciones de conectividad y sincronización como MIDI.
El equipo de Hispasonic utilizó a fondo el nuevo drum machine para conocer más de cerca sus capacidades.
¡Veamos!
Puedes escuchar ver el review de Hispasonic en un video de 30 minutos.
Es interesante el doble bombo con matices bien diferentes y el juego que dan sus controles, con el bombo 2 es capaz de entrar con solidez en la región subgrave. Es bienvenida la separación del control del golpe/parche y los muelles en el sonido caja, así como la variedad que se obtiene jugando con el color y la duración de uno y otro elemento. Las palmas también admiten una personalización útil tanto en duración como en el color.
El terreno de los ‘platillos’ analógicos es mucho menos estándar y abonado para debates acalorados porque cada cual tiene su propia idea sobre cómo deben sonar. Sobre todo el plato (cymbal, doble por la presencia de versión directa/invertida) podría tener algo más de variedad en el recorrido ‘tone’, dejando con ganas de algo más en ese elemento, aunque es muy bienvenido el nada habitual plato invertido, aunque sea para usarlo con cuentagotas por ser tan llamativo.
Aro de caja/clave es otra de las parejas, con una clave de timbre fijo útil como sonido ultracorto incisivo, y el aro admitiendo variación de su color mediante un potenciómetro. Lo que sí es compartido es el control de nivel, que afectará a ambos instrumentos. Por cierto, como en cualquiera de estas parejas, existe la vía del ‘mute’ para silenciar uno y mantener el otro sin hacer uso del control ‘level’ que anularía a ambos.
La presencia independiente de maracas y de pandereta muy útil y buena idea que sólo la pandereta sea afectada por el ‘decay’ dejando las maracas siempre breves pese a compartir la misma sección de controles. Así, también esta pareja lo que comparte al final es sólo el control de ‘level’.
Los dos canales de tom/conga son producto de un mismo diseño, centrado en oscilador con un recorrido de frecuencia descendente durante su «decay». Cada pareja tom/conga guarda una afinación relativa fija a distancia de octava pero la separación entre la pareja grave y aguda puede regularse a través de los controles de ‘tune’ en cada una. Quien añore un tercer tom puede subsanar esa ausencia mediante uno de los bombos afinándolo en su extremos medio/alto para obtener un nuevo tom grave, o bien con la sección «zap». «Zap» es un sonido que ha trastocado un poco lo que esperaba encontrar bajo ese nombre: no es un barrido de filtro autoscilante que permita generar un marcado láser electro-kraftwerkiano, sino un oscilador con barrido en frecuencia, que nos trae a la memoria los «Synsonic Drums» y los «Simmons» aunque admite decays tan rápidos que deja de actuar como barrido y se convierte en una percusión corta más si se desea.
Características
- 17 sonidos de origen analógico
- Editables en tiempo real a través de un generoso juego de 36 controles con 12 pots de nivel y otros 24 para controles de timbre como color, decay, etc.
- Interfaz muy inmediato, con todo a la vista, sin menús ocultos ni intrincadas combinaciones de teclas
- Los controles actúan de forma estrictamente analógica modificando los sonidos en tiempo real (y sin posibilidad de memorizar o programar sus ajustes: los instrumentos siempre suenan tal como indica la posición de los controles en el panel)
- 64 patrones de hasta 64 pasos organizados en 4 bancos de 16, con (sólo) dos niveles de intensidad: normal o acentuado
- Grabación paso a paso mediante hilera de 16 botones que presentan los 64 pasos como 4 páginas sucesivas
- Posibilidad de realizar en cada paso 2, 3 o 4 golpes de un instrumento en lugar del convencional golpe único
- Grabación en tiempo real desde pads sensibles a la velocidad con un umbral personalizable para separar el toque normal o el acentuado
- Swing y aleatorización regulables y memorizables tanto en cada patrón para todos los instrumentos, como de forma separada para cada instrumento de un patrón
- Posibilidad de desplazar los golpes individualmente para alterar la ‘cuadratura’ de la rejilla de pasos y definir patrones con un «groove» interno al gusto
- Modo «song» para encadernar hasta 16 patrones
- Funciones ‘mute’ y ‘solo’ en tiempo real sobre los 17 instrumentos
- Función «looper» en tiempo real para efecto clásico de repetición de un tiempo, medio, o un único paso, para crear breaks/suspensiones
- Admite retoque de la longitud de un patrón durante la reproducción
- Permite patrones polirítmicos en los que cada instrumento tiene su propia longitud de patrón (de nuevo con cambios permitidos durante la reproducción)
- Tempo ajustable en BPM con 2 decimales y con opción tap tempo
- 11 salidas individuales (los dos hats reunidos en una, como también cada pareja que comparte una misma sección de controles) y salida metrónomo independiente
- La salida «mix», que es mono, retira los instrumentos que hayamos extraído por salida individual
- Filtro resonante conmutable paso bajo o paso alto para afectar a la salida combinada mediante un eficaz Steiner-Parker heredado de los sintes brute de Arturia
- Salida de auriculares (en 3.5mm y en ¼ de pulgada) con nivel regulable independientemente al de la salida principal
- Sincronización in y out vía MIDI DIN, MIDI USB, clock analógico (con 1 pulso por paso o con 2, 24, 48 pulsos por negra)
- Envía y recibe la información de activación de notas por MIDI
Creación de patrones
Si conoces el Beat Step Pro de Arturia y su sección para secuencia de baterías encontrarás un interfaz y uso casi idéntico. Si alguna vez has manejado cualquier caja por pasos, también. La grabación por pasos asistida por la hilera de los 16 botones y completada con la grabación en tiempo real desde los pads, permite resolver ágilmente cualquier programación y edición / retoque combinando ambos enfoques.
Un «randomizer» agresivo
Arturia nos había entregado un «randomizer» bien atractivo en Beat Step Pro para conseguir variaciones automáticas sobre la base del patrón inicialmente creado. Pero el incorporado en DrumBrute es diferente, mucho más agresivo. Algo que no faltará quien agradezca y que en todo caso podría revisarse con más opciones en futuras versiones de firmware. No se trata tanto de que en BSPro tuviéramos dos controles separados (sobre la probabilidad de introducir cambios y la intensidad de esos cambios) que ahora se resumen en uno, sino de la introducción que hace DrumBrute de instrumentos que no hacíamos sonar en nuestro patrón al activar la aleatorización.
Mientras que en BSPro las variaciones no hacían intervenir notas nuevas, sino que trabajaban sobre la base de las existentes para mantener cierta «coherencia», quedando así como un aleatorizador «cauto», aquí cualquier introducción de aleatoriedad da entrada a golpes de cualquier instrumento.
Puedes usar también la aleatorización «global» marcando con «mute» o con el control «level» aquellos instrumentos que no quieras que surjan de la nada. Especialmente atentos al plato invertido, porque llama la atención en exceso en cuanto entra y no es requerido. «Mute» o «Level»=0 y todo listo para seguir. También habría la opción de salvar el patrón en dos versiones, una de ellas la original sin aleatorización y otra en la que hayamos programado el uso de aleatorización en instrumentos seleccionados, permitiendo así el paso de una a otra variante en directo más ágilmente.
Atentos al uso de «mute» y «solo»
Los botones «mute» y «solo» permiten respectivamente activar/desactivar esas funciones pudiendo elegirse con los pads qué instrumentos estarán sometidos a la respectiva acción. Por ejemplo para el clásico juego de retirar bombos y caja. Y como el juego es distinto para «mute» y «solo» se pueden configurar varias formas de exponer un patrón: completo. o con las selecciones de instrumentos correspondientes a mute o a solo.
En la versión prototipo que he probado, mientras está activado el botón «mute» la hilera de botones luminosos de los 16 pasos se queda «congelada» mostrando el último instrumento seleccionado antes de hacer «mute». Eso impide mientras tengamos activada la acción «mute» el poder visualizar/insertar/retirar golpes en el resto de los instrumentos usando los 16 botones la rejilla.
Golpes normal y acentuado pero sin otras velocidades
Hay solo dos niveles, normal y acentuado, que habrá permitido ahorrar algo de electrónica pero que deja en el estado de los primeros 80s cierto tipo de expresividad en los patrones. Algo como un redoble en crescendo queda fuera de lugar en DrumBrute salvo por intervención manual en el control «level» durante la reproducción, como también el meter golpes de adorno/relleno en un plano muy enterrado que no salte a primera vista sino que quede como «ambiente» de fondo. Para crear alguna ilusión de ese tipo he usado a veces el golpe múltiple sin acento precediendo a un golpe final con acento, de forma que un cierto ‘crecimiento’ se da, pero no está de más apuntar esa existencia de sólo dos niveles. Por cierto se puede definir al gusto el umbral de velocidad que separará los golpes acentuados de los no acentuados, usando MIDI Control Center.
MIDI Control Center
MIDI Control Center es el soft de Arturia para configurar diversos equipos hardware conectados por USB a un ordenador tales como teclados controladores, secuenciadores Beat Step, … y ahora también DrumBrute. Puedes ver los detalles en el video, pero son realmente pocas las cosas que escapan al panel frontal del propio DrumBrute con lo que MIDI Control Center es a ese respecto casi más una comodidad que una necesidad. Permite la configuración de parámetros globales de DrumBrute en cosas tales como el mapa de notas MIDI que usan sus instrumentos y el canal MIDI al que reaccionarán, o el uso de comandos MIDI realtime clock y/o MMC (MIDI Machine Control), o el ya referido umbral de velocidad para separar toque normal y acentuado, entre otras cosas. También permite la presentación y edición de patrones mediante una cuadrícula en pantalla, aunque a ese respecto encuentro preferible usar el propio DrumBrute, no hay nada en MIDI Control Center relativo a los patrones que no esté accesible ya en el panel del equipo.
Conclusiones
Es difícil encontrar una caja de ritmos analógica con esta cardinalidad tan amplia de 17 timbres simultáneos y también con estas igualmente amplias dimensiones que se agradecen. Pese al alto número de instrumentos habrá quien eche de menos tal o cual sonido, como el cencerro, por una especie de obligación no escrita que muchos imponen de reconstruir en cada nueva caja la inevitable 808. Aquí, sin desoír la tradición de las cajas de ritmos analógicas de patrones y de los sonidos que suelen incorporar, Arturia no ofrece una reconstrucción de nada sino su propia variante.
Sus sonidos han quedado expuestos para vuestro juicio en el video y en las demos que existen en la web de Arturia y en otros muchos lugares de Internet. Comparando con otras propuestas de este tipo no parecen haberse quedado cortos en número ni en posibilidades de personalización dentro de lo que son sonidos analógicos de percusión. Pero en este tipo de propuestas de cajas analógicas hay que tener presente que los sonidos son editables pero esencialmente ya definidos por sus circuitos. Desde luego no falta en el conjunto de sonidos contundencia, ya desde su propia salida ‘mix’, aunque las salidas individuales permitan a quien quiera ir más allá jugar con compresores dedicados y otros efectos, o creando una mezcla estéreo.
Como cualquier sistema analógico sin memorias (sí la hay de los patrones pero no de los sonidos) funciona para en vivo y la creación manipulando los controles y para aquellos amigos de grabar audio más que de dedicarse a editar en MIDI y programar automatizaciones y cambios de parámetro sin parar.
Para animar el uso de los patrones la presencia del «looper», el filtro resonante se agradece al tenerlo tan a mano sin tener que acudir a un filtro externo, y las opciones de poliritmia y cambio de longitud de patrones sobre la marcha, permiten intervenciones sencillas de llevar adelante, si introducimos en momentos elegidos el descontrol regulable que permite el control «randomness».
Físicamente la construcción es sólida, con panel de metal y la madera lateral. Si has estado cerca de un mini o microbrute, ya sabéis qué estética y acabado puedes esperar.
Fuente: hispasonic
Gracias por compartir!
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